SACRAMENTUM CARITATIS

La exhortación apostólica en cuestión ha generado las más diversas reacciones. No son las del mundo mediático las que deben preocuparnos, sino que nuestra atención debe centrarse en torno al ambiente eclesiástico, porque de la filial adhesión a las directivas o recomendaciones de esta “exhortación”, y sobre todo al espíritu que la anima, dependerá que dé los frutos que de ella se esperan o que suceda, como lamentablemente sucedió en otras ocasiones, que sólo sirva para llenar las bibliotecas de los obispados.
Todavía no la leí completa, aunque de una primera lectura diagonal me quedan las siguientes impresiones:
Catequesis para sacerdotes. La primera de ellas es que el Papa quiere catequizar a sus sacerdotes sobre la liturgia. No se trata de un documento en el que se desmenuce la teología de la misa (al modo de las definiciones dogmáticas tridentinas), sino más bien, en él se desarrolla lo que deberían ser las consecuencias litúrgicas de una teología que en el documento, está presupuesta. No quiero decir con esto que no se traten en el documento importantes cuestiones teológicas sobre conceptos tan fundamentales como el carácter sacrificial, la adoración, la participación, la comunión, etc., sino que más bien son tratados desde un punto de vista devocional.
¿Era un documento necesario? En atención a como se llevó a cabo la reforma litúrgica posconciliar, todo parece indicar que sí, más aún si se tiene en cuenta que la mencionada reforma nunca parece concluir, ya que desde hace cuarenta años está en estado de permanente implementación y profundización. Por lo visto no sólo era necesaria una catequesis (dedicada fundamentalmente a los sacerdotes) que diera líneas correctivas sobre la debacle litúrgica imperante, sino que era asimismo, oportuna. Parece incluso un documento preparatorio de algo más. Un indicio de ello está en la recomendación para que los seminaristas y sacerdotes se preparen para rezar la misa en latín.
¿Caerá en letra muerta? Esperemos que no. Aunque por desgracia ya tenemos mucha experiencia en ver convertidas en cenizas las esperanzas de que nuestros obispos (salvando las honrosas excepciones de que siempre intentamos dar cuenta en este boletín) apliquen las recomendaciones e incluso directivas romanas en esta y otras materias. Sin embargo, parece claro que el pontificado que se inició en medio de augurios mediáticos tendenciosos acerca de una supuesta impopularidad de Benedicto XVI (permanentemente comparado con su antecesor), demuestra hoy gozar de la simpatía del clero, en particular del clero más joven, deseoso de redescubrirse unido a una tradición litúrgica que supo imprimir el sello del Evangelio en la vida de los pueblos que gozaron de su benéfico influjo y que hoy les vuelve a ser propuesta como modelo a seguir por el Vicario de Cristo. En esa línea es asombroso ver que en el mundo entero se da el fenómeno (nada extraño en una Iglesia que es vivificada por el Espíritu Santo) de jóvenes sacerdotes que se interesan por aprender a rezar la misa según el rito “preconciliar”, nunca abrogado.
La cuestión del latín y el canto gregoriano. Como ya se advierte en el post de Cruz y Fierro dedicado a esta cuestión, se reiteran las “traiciones” en las traducciones, curiosamente en partes que, aunque no se refieren al núcleo duro de los problemas que la exhortación quiere resolver, si tocan aspectos que constituyen como conquistas de una reforma, permítaseme el término, “horizontalizante”. El caso del uso del latín y del canto gregoriano son paradigmáticos. Recomendado su uso por el Concilio Vaticano II (vid. Sacrosantum Concilium), resultaron proscriptos de facto, luego de una tumultuosa reforma litúrgica, respecto de la que tantas reservas abriga el actual pontífice.
Decepciones. Muchos esperábamos que junto con la exhortación se diera a conocer el texto del anhelado Motu Propio que diera libertad para el uso de los libros litúrgicos en vigor hasta la reforma de Pablo VI. Sin embargo, no fue así. Habrá que rezar y esperar para que ese día llegue pronto. Entretanto, el texto de la exhortación inclina la balanza decididamente hacia formas devocionales más acordes con la tradición que con los reformismos progresistas.
Perspectivas. Mucho se ha hablado de la reforma de la reforma. El Papa no es un improvisado y antes de acceder al pontificado trabajó estrechamente con su antecesor, por lo que conoce perfectamente los vericuetos del gobierno eclesiástico. Hace ya muchos años viene hablando de la necesidad de reformar la misa de Pablo VI, de hacerla más acorde a la real voluntad del Concilio. En esa línea, que no es sola ni principalmente aplicable a la liturgia, habla de la “hermenéutica de la ruptura” por oposición a la “hermenéutica de la continuidad”. A nadie se le oculta tampoco la generosidad con que ha tratado al tradicionalismo, en particular a algunos sacerdotes expulsados de la Fraternidad San Pío X, para quienes creó el Instituto del Buen Pastor, ordenándoles el uso del antiguo misal así como la crítica constructiva de las dificultades interpretativas del Concilio Vaticano II, gestos que le costaron un sordo (y no tan sordo) planteo de los cleros francés y alemán. En algún sentido, quizá, la Sacramentum Caritatis sea una punta de lanza que vaya rompiendo las resistencias de los cuadros episcopales alineados más con el “espíritu” que con la letra del último Concilio.
Adicionalmente, en el orden disciplinario la exhortación reitera con firmeza la doctrina católica sobre el celibato sacerdotal, sobre la comunión de los divorciados (es una lástima que diga unidos en nuevas “nupcias”), la prohibición de hacer ceremonias de bendición de las nuevas uniones, la imposibilidad de llamar al sacerdocio a hombres casados y la intercomunión con cristianos no católicos. Tal vez la reiteración de estas definiciones fuera innecesaria. El tratamiento constante de estos temas no hace mas que dar la impresión de que no hubiera cosas definitivas en la fe y praxis de la Iglesia. Sin embargo también es cierto que, sea por activismo malsano o por sincera duda (proveniente tal vez de la ineptitud para ejercer el ministerio episcopal) fueron cuestiones planteadas por algunos obispos en el Sínodo, por lo que no podían dejar de tener adecuada respuesta.
Estas son algunas de las impresiones que me deja el texto. Cuando pueda haré un análisis más pormenorizado. Por ahora me basta para hacerme un juicio sobre el documento papal en considerar sus por qué, para qué y cómo. El balance de las respuestas a las dos primeras preguntas parece favorable, la tercera todavía es una incógnita abierta.
Que los versos del Pange Lingua, sean la guía que inspire el culto y la devoción a la Sagrada Eucaristía.
Cuerpo de Cristo el misterio,
Y de la Sangre preciosa
Que, en precio del mundo
Vertió el Rey de las naciones
Fruto del más noble seno.
Veneremos, pues postrados
Tan augusto sacramento;
Y el oscuro rito antiguo
Ceda a la luz de este nuevo;
Supliendo la fe sencilla
Al débil sentido nuestro.
Al Padre, al Hijo,
Salud, honor y poder,
Bendición y gozo eterno:
Y al que procede de ambos
Demos igual alabanza.
Amén.
Etiquetas: Liturgia
16 Comments:
Muy bien su comentario sobre el documento papal. Coincido.
Ayer domingo tuve la mala idea de ir a la Misa "de jóvenes" de San Nicolás de Bari (a ¿20, 25? cuadras de la Catedral). Se le hacía la despedida a uno de los curas y a un par de seminaristas. Todo muy emotivo, en fin no me voy a poner a juzgar sensibilidades. Pero lo que sí clama al cielo es la burla e infracción de todas (TODAS) las recomendaciones del Santo Padre en su última exhortación apostólica: Música de Fito Páez y Silvio Rodríguez, todo tipo de innovaciones a la hora del Ofertorio (un mate, un poncho, etc., etc.), y tantas otras cosas que pueden ser consideradas verdaderas burlas al documento papal. Yo sé que el párroco es un "buen tipo", pero ¿con eso alcanza para ser cura? ¡¿para regentear una parroquia histórica y céntrica?!
Estimado Cruz y Fierro: No alcanza. Anecdóticamente también quisiera agregar que ayer a la noche en un canal católico de cable vi una misa del Papa, en una capilla espantosa con asistencia de mucha feligresía. La agarré empezada y sólo advertí que ya estaba a la altura del canon por los gestos y palabras del Papa, porque en la Iglesia TODO EL MUNDO PERMANECÍA DE PIE. La misa se rezó en Italiano y ni siquiera los concelebrantes hicieron la genuflexión en las elevaciones. Creo que además de los documentos serían muy útiles unas palabras del Papa o de sus maestros de ceremonia, antes de cada misa, dando ciertas indicaciones elementales sobre las disposiciones espirituales y corporales necesarias para participar decorosamente de la santa misa.
De acuerdo, Beltrán. Pero tengamos en cuenta que nunca va a alcanzar, nunca va a ser suficiente, para expresar convenientemente el Misterio. La guerra cultural está perdida, el enemigo ya ganó los "corazones y mentes" de la enorme mayoría de los católicos. Tengo mucha esperanza en este Papa.
No, digo que con ser buen tipo no alcanza para ser párroco. Yo también tengo esperanzas en este papado, que con suavidad e inteligencia parece ir conquistando los corazones de los fieles y, sobre todo, del clero, y no sólo el corazón, sino también la cabeza. Gracias por el comentario.
Estimados,
No quiero sonar pesimista (no me preocupa sonar apocalíptico en el sentido profundo de la palabra). También tengo esperanzas en Benedicto XVI como Vicario de Cristo, porque parece haber asumido en su pontificado la Cruz del Señor en obedencia.
Sin embargo, no me hago ilusiones sobre los hombres. Recuerden que la apostasía general es algo que tarde o temprano va a pasar. Es uno de los signos de lo que viene, de Quien viene. Tal vez, Benedicto XVI con las decisiones de su pontificado esté preparando el terreno para que cada uno de nosotros tengamos que un día "decidir" si obedecer o apostatar. De ese dilema no nos vamos a escapar ninguno.
El católico promedio de argentina piensa como el señor que escribió la carta de Lectores de ayer domingo 18 en La Nación. Los invito a leerla porque en 4 renglones resume todos los errores posibles sobre el tema y refleja la única realidad del hombre moderno: la autonomía frente a Dios (que se expresa en la reveldia frente a su Vicario).
Y a todo esto hay sumar que los Obispos (recemos por ellos!!!!) siguen respetando el siglo, siguen respetando el pensar humano y dan espaldas a Dios (como en la Misa actual) para agradar al hombre perdido que quiere seguir escuchando que sus errores son la verdad.
Yo por ejemplo, le mandé el documento al párroco de la Catedral de Quilmes con mi ofrecimiento de pagar de mi bolsillo un profesor de gregoriano y latín para la diocesis. Nada, silencio del otro lado, ni un gracias. Voy a insistir y les cuento.
Perdón por todo esto, muchachos no quiero sonar pesimista en serio. Mi única esperanza esta en el Señor. "Se valiente, espera en el Señor" dice el Salmo.
Saludos,
Joseph Kroke
Estimado Joseph: Coincido con vos. De todas maneras, realismo no es pesimismo. Por mi parte el pensar en los últimos tiempos, si bien a veces me puede producir una tristeza momentánea (parecida a la del pesimista) enseguida se convierte en una confianza producto de la certeza en la victoria definitiva. Lo mismo que sucede cuando se medita sobre los mártires cristianos, fundamentalmente los de los primeros siglos. Mi impresión sobre el acatamiento que vaya a tener esta vuelta de tuerca es que los progresistas van a resistir todo lo que pueden, usando todos los vericuetos y resquicios posibles, porque saben que les conviene seguir "adentro", que es mucho más efectivo. Si el poder romano les tuerce el brazo, lo darán a torcer con gusto hasta que de nuevo estén en posición de cambiar las cosas. Cordial Saludo.
Querido Bertie;
Estoy totalmente de acuerdo y esos son mis sentimientos. Mientras, nos corresponde a nosotros, en la caridad, no callar la verdad, adherir a "Pedro" y defender su estandarte.
Yo no me olvido que VOS publicaste hace mucho tiempo el "plan de gobierno" de este Papa en este mismo Blog ¿lo recordás?. Sacado de sus entrevistas cuando era Cardenal... y él mismo anunciaba estas decisiones y decía una cosa que quedó en mi mente: no le preocupa una Iglesia de "pocos" pero fieles hasta el martirio si la opción es muchos que adhieren sin dar todo a Cristo.
Vuelvo sobre un punto, nosotros tenemos que tratar de "despertar" a nuestros sacerdotes y obispos mientras y cómo podamos. Ser ese aguijón que pica ....
En ese marco, tratando de dar mi pequeño aporte, te paso el mail que le mandé al Párroco de mi Catedral de Quilmes.
Saludos,
Joseph Kroke
Querido Marcelo,
En la Fiesta de mi Santo Patrono, San José te saludo con amor!!!!!!!
Lleno de alegría , con esperanzas y con agradecimiento (una vez más!!!!) por el Santo Padre que Dios nos ha concedido (viva Benedicto XVI!!!!), me imagino que habrás leido la exhortación apostólica.
Dios quiera que en la Catedral y las parroquias quilmeñas al menos una Santa Misa de las celebradas el fin de semana pueda hacerse en latín, con el gregoriano y respetando las exortaciones de este documento (el saludo de la paz, la participación de laicos en la dirección innecesaria de la Misa, etc.) . Esto, creo (si es cierto lo que dicen los Obispos argentinos) no debería dilatarse, debería poder hacerse ya mismo. Los sacerdotes saben celebrar en latín, debería saberlo del seminario, y los cantos se aprenden cantando, y la solemnidad se logra siendo solemne y tomando conciencia de lo que sucede REALMENTE sobre el altar en el momento de la Consagración.
Y si alguna vez el Santo Padre termina sacando el Motu Propio sobre la Misa Tradicional Romana de San Pio V, también espero (junto con muchos más de los que se puede imaginar) que la Misa Tridentina sea celebrada al menos una vez por fin de semana.
La realidad "litúrgica" de nuestra diocesis (y de muchas otras también, lamentablemente) es que hay para todos los gustos, pero no hay ni una sola celebración siguiendo las verdaderas recomendaciones (no solo de esta exhortación sino) de la Misa del Concilio Vaticano II de Pablo VI. Si Pablo VI viera en lo que se transformó la intención de atraer fieles por el famoso "aggiornamiento" en materia de liturgia, dudo que se pudiera poner contento con los resultados.
Hay tantas mentiras que estos días tuve que explicarle a la gente amiga que solo viven de La Nación, Clarín, Pagina 12, o el poderoso que quiera imponer la cultura dominante... Por ejemplo que esto va a alejar a los jovenes!!!! Más lejos que lo que están hoy????????????? Son todos ciegos? Nadie se acerca a la fe por el hecho de que se toque una guitarra, se hable en castellano y se celebre de modo "canchero"... nadie.
Si la gente supiera... en Luján por ejemplo, en el Monasterio Benedictino del que soy oblato, se celebra como lo piden los Obispos en la Exhortación, las horas se rezan el latín... TODAS las horas y las misas, lejos de estar vacias, ESTAN LLENAS, no hay lugar para sentarse y gente en el atrio. Mayores de edad, jovenes y niños, pobres y ricos, intelectuales y gente sencilla de campo. Van por una razón: viven una liturgia que verdaderamente (por su belleza) alaba a Dios y los remite a Algo más grande que ellos mismos.
El tema es profundo, serio y no es para escribir todo en un solo mail. Dá más para conversación personal sobre el fondo de la cuestión, pero mi intención es otra en este momento.
No a todos los hombres les gusta ver como se centra todo en el hombre de espaldas a Dios, no a todos nos gusta cantar canciones más cercanas a composiciones de Alejandro Lerner con ritmos y guitarras, no a todos nos gusta el bullicio en la Misa y que una señora intente explicar con un guión cada cosa que pasa, entre muchas otras cosas... y parece que los obispos y el Papa lo han detectado. Gracias a Dios.
En fin, vos sabés bien que no soy (ni mi familia es) lefebrista, pero lo cierto es que muchos de nosotros sentimos muchas veces que no tenemos donde ir, pero como (a diferencia de todos lo que ahora despotrican contra SS BXVI) somos obedientes y fieles, NOS QUEDAMOS SIEMPRE DONDE ESTA PEDRO, vamos a Misa, seguimos confiando y creyendo que detrás de esa tendencia a centrar todo en el hombre que cada vez es más palpable, el Misterio de la Consagración y el Sacrificio de la Pascua del Señor sigue ocurriendo en cada Eucaristía. Aunque nos esforcemos por celebrar Misas horribles, con cantos espantosos que hablan de "lo que a mí me pasa", "de lo que yo siento", "de estar unidos" y de un montón de sensiblerías que nada tienen que ver con la Tradición Católica de 2000 años. Somos fieles y somos obedientes. Y ahora estamos contentos, porque con Benedicto XVI parece que todas nuestras inquietudes sobre la Santa Liturgia (entre muchas otras sobre otros temas) son escuchadas, leemos la exhortación y lo único que esperamos es que (así como nosotros fuimos y somos fieles y obedientes aún cuando no nos gusta) los Obispos y los sacerdotes también lo sean.
Por eso, como me imagino que la "restauración" es dificil, yo me pongo a disposición. No hay mucho que pueda hacer (y encima en 2 meses me voy a vivir a Estados Unidos), pero ofrezco 200$ por mes para pagar un profesor de canto gregoriano (asumo que el latín lo aprenden en el seminario... sino es así, esto está peor de lo que parece). No dudes en avisarme si se deciden a contratar a un profesor y cuenten con mi aporte.
Finalmente te digo que me animo a escribirte todo esto por dos razones:
La primera es un enorme amor a Cristo, María, a Su Iglesia y al Santo Padre.
La segunda, es porque noté en los últimos tiempos (desde que estás en la Catedral) que en tus celebraciones hacés un enorme esfuerzo por poner a Cristo por delante y vos desaparecer (hasta tus sermones son evangelicos, algo poco común, lamentablemente). "Nada anteponer al amor de Cristo" dice la Regla de SB, y yo veo eso en vos y en el modo en que celebras. Y eso me hace confiar en que, aún cuando puedas no compartir lo que pienso sobre como se celebra en el 90 % (siendo generoso) de las parroquias, me vas a entender y vas a comprender la catolicidad de mi pedido.
Me extendí más de lo que quería, perdón.
Un gran abrazo en María Nuestra Paz
Joman
Estimado Joseph: Te felicito!.
Estimado Joseph: Mantenenos al tanto de tus gestiones ante el sacerdote. Gracias por el comentario.
No dejen de leer el comentario que sobre la SC hace "el último Alcázar". Acá les dejo el link: http://elultimoalcazar.blogspot.com/2007/03/reflexiones-propsito-de-la-exhortacin.html
Joseph: Muchas gracias por compartir la carta. Creo que por ese lado, un lado amistoso, se puede lograr mucho más que por el de la denuncia y el seño fruncido. Me diste una buena lección.
Estimados, les copio a continuación la respuesta del párroco. Tal vez no sea ni tan "entusiasta" ni tan con tanto "fervor" como mi carta... pero...
Uno esperaba algo con mas determinación, un "lo haremos", en vez de un "ojalá que se pueda"... Uno espera a veces que la autoridad (que según San Pablo es un "HECHO") se ejerza, pero bueno... es lo que tenemos y hay que ayudalos y empujar.
Sí, Cruz y Fierro, es cierto, lo tuve que pensar mucho. Yo por naturaleza soy más combativo y él me conoce bien(-por eso fue necesaria mi aclaración sobre que mi familia no es lefebrista..., creo que él alguna duda tiene sobre eso- soy de origen gallego casado con una ucraniana que cuando no le gusta como se celebra la Misa se levanta y se va, o lo agarra al cura en el atrio y le canta las 40...) pero esta vez opté por bajar un poco el tono por dos razones: (i) a ver hasta donde puedo llegar; y (ii) caridad, esperando que el sacerdote comprenda mi pedido y lo atienda apelando a la verdad (que como me enseñó muchas veces Emilio Komar, se impone por su propia fuerza, tarde o temprano).
A continuación, la respuesta. Seguiré el tema.
Saludos,
Joseph Kroke
"Querido Joman,
Te agradezco el mensaje tan lleno de entusiasmo y fervor. Gracias por lo que me compartís y por tu ofrecimiento. Comparto muchas de las cosas que decís, observaciones relativas a cómo se ha ido empobreciendo la liturgia en nuestras celebraciones y cuánto significa el aporte de esta exhortación apostólica.
Ojalá podamos dar algunos pasos en tal sentido. Esto lleva su tiempo pero no hay que dejarse estar. Gracias otra vez. Te mando un gran abrazo. Marcelo"
Estimado Joseph: Estuvo bastante bien el sacerdote. Muchos otros hubieran despotricado contra tu "insolencia" por pretender enmendarle la plana. Esto me ratifica en mi impresión acerca de la popularidad que a pesar de los esfuerzos de la prensa, y de no pocos obispos, va ganando el Papa "inquisidor". Un cordial saludo.
Excelentes los comentarios de todos sobre este tema.
Sobre el documento papal me temo que la actitud generalizada "de centro" será: se reverencia, pero no se cumple.
Dios quiera que me equivoque.
Pablo (Rosario)
Estimados: Estoy de acuerdo con pablo (Rosario): Se acata pero no se obedece, será la regla general.
Los que pueden hacerla cumplir son los Obispos.
Será cuestión de pedirles directamente a ellos, y oragnizarse para hacerlo.
Creo que la carta de Kroke es muy ilustrativa sobre cómo proceder.
Un abrazo
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