Del país de los mineros...
Es por todos conocidos el lamentable caso del obispo chileno Marco Antonio Órdenes. Creo no puede dejar de destacarse la diferencia que existe en la respuesta que ha dado el episcopado chileno en ese caso y la que dió parte del episcopado argentino en al menos dos casos que cobraron notoriedad en los últimos años. Uno, el del ordinario de Santiago del Estero y su remisero, otro, más reciente, y con naturales y enormes distancias, el caso del obispo sorprendido en una relación adulterina con una feligresa cuyo matrimonio él mismo bendijo. Allende los Andes, pedido de perdón y llamado a la conversión, aquí, alegación de operaciones políticas y públicos homenajes y despedidas. A continuación, la declaración de la Conferencia Episcopal Chilena:
Volver nuestra vida hacia el Señor
Pronunciamiento de la Conferencia Episcopal de Chile en torno a la situación del obispo Marco Antonio Órdenes.
Volver nuestra vida hacia el Señor
Queremos decir una palabra a la Iglesia y al pueblo de Chile, en torno a la situación del obispo Marco Antonio Órdenes, que la opinión pública conoce.
1. Lo que vivimos nos estremece y conmueve. Ante todo por la sola posibilidad de una herida causada a personas por parte de un ministro de la Iglesia. Pero este dolor cobra un carácter singular al ser el acusado un obispo, llamado a ser buen pastor y “servidor del Evangelio de Jesucristo para la esperanza del mundo” (Pastores Gregis).
2. Confiamos plenamente en que la Santa Sede nos aportará las luces de verdad y de justicia que hoy no alcanzamos a vislumbrar. Invitamos a todos a esperar serenamente el esclarecimiento de los hechos denunciados.
3. Nos parecen de gravedad las conductas impropias que públicamente el obispo Órdenes ha reconocido. Creemos que este es un tiempo de reflexión y de plena colaboración con las instancias que corresponde.
4. A mons. Pablo Lizama, nombrado administrador apostólico ‘sede vacante’ de Iquique, expresamos nuestra especial cercanía y oración. A través suyo, nos unimos a las intenciones de todos los fieles en esa querida diócesis.
5. Este jueves el Papa Benedicto XVI inaugurará el Año de la Fe. Él nos ha dicho que la evangelización que nuestro tiempo exige no puede hacerse “sin una disposición sincera de conversión”. Como afirmamos en nuestra reciente Carta Pastoral, nosotros, obispos, “somos los primeros que debemos ser evangelizados”.
6. Hoy hacemos nuestro el sentir de san Pablo: “Estamos atribulados por todas partes, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no aniquilados” (2 Cor 4, 9).
7. Volvernos hacia el Señor. Volver a poner el centro de nuestra vida y nuestro actuar en Jesucristo el Señor. Sólo desde Él daremos testimonio vivo de nuestra misión: Iglesia humilde y cercana a las personas más pobres y vulneradas.
8. Que la Virgen del Carmen, venerada en el santuario de La Tirana y en todo el país como nuestra Madre y Señora, cure a los heridos, consuele a los que sufren y nos ayude a caminar por el sendero de su Hijo.
† Alejandro Goic Karmelic
Obispo de Rancagua
Presidente en ejercicio de la Conferencia Episcopal de Chile
† Ignacio Ducasse Medina
Obispo de Valdivia
Secretario General
Santiago, 9 de octubre de 2012.
Sólo se me ocurre reflexionar acerca de la cita que se hace de San Pablo. Ciertamente el Apóstol se refería a las tribulaciones, perplejidades y persecuciones padecidas por la Iglesia a causa de persecuciones externas a ella, fueran del pueblo de la Antigua Alianza o vinieran del paganismo gentil. Ahora, la tribulación viene de adentro. Hay que rezar más.
Etiquetas: Iglesia
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